Ruere

Del latín Ruere /desplomarse, derrumbarse,
precipitarse, caer/ nos viene la ruina.
Estos cuatro verbos que aluden al Ruere latín
comparten la característica de la muerte inminente.

Una ruina es propensa al desplome,
al derrumbe, a la precipitación y a la caída.
Lo arruinado se nos presenta
como una víctima del tiempo,
y es en la censura de lo roto,
que le encontramos antepasados
a todos nuestros cadáveres.

La ruina, dicen, no está arruinada,
buscamos todas las maneras de vestirla
y presentarla en el mejor de los museos;
en nuestras propias habitaciones,
en los aparadores, catálogos y estanterías,
en las casas funerarias o en las cunas infantiles.

Decimos ruina como decimos presente.
Su material siempre es el mismo: la nostalgia.
Como si las palabras que la sostienen
hubiesen sido hechas de barro
y sopladas por bocas migrantes
en la intemperie de todas las naciones.

Ruina- templo sagrado,
Ruina- canción para ritual,
Ruina- catedral desquebrajada,
Ruina- pasaporte vencido,
Ruina- lenguas enredadas,
Ruina- casa de piel, saliva y mármol,
Ruina- acaso bandera de futuro.

Giovanna Enríquez
julio, 2020